jueves, 20 de noviembre de 2014

El detonante.

"El explosivo tema de la Casa Blanca de La Gaviota ya desplazó de los primeros planos a los normalistas de Ayotzinapa".

Dado que no tengo más qué hacer, me permito expresar mi opinión respecto a los últimos sucesos en el país porque puedo y quiero (uy, qué malota) y de esa manera, disiento con la cita de arriba, expresada en la página de internet del periódico Excelsior.

Sí, sin duda el día de hoy se ha hablado mucho de ello, pero bastó con salir de los memes de internet un momento y ver un pequeño esbozo de la realidad, aquí en la ciudad de Durango, así como lo fue en muchos otros sitios un día tan representativo como lo es el 20 de Noviembre.

Llevo tiempo viendo cómo un país con enorme potencial como México, está estancado en un sin fin de cosas que no tiene sentido mencionar porque ya todos los sabemos (corrupción, pobreza, ignorancia, etc.), y así, pensaba que lo único que necesitaba era algo que lograse hacer despertar a la gente, así fuese una a una, pero que hiciera desconectarse de mentiras a las que estamos expuestos y son el pan de cada día, y finalmente está sucediendo.

Ayotzinapa fue el detonante. Ahora la gente por fin duda y exige, en lugar de sólo aceptar y conformarse. Quizá no logre percibir el alcance total de todo esto, pero no me queda sino esperar y poner de mi parte, porque el verdadero objetivo no se pierda de vista. No es solamente exigir justicia por los 43 desaparecidos y otros cientos de muertos cuyos nombres cayeron en el olvido, sino hacer que esto sea una razón para cambiar las cosas a mejor, aún sabiendo que para que algo mejore, normalmente tiende a empeorar primero; no faltarán los actos irracionales de violencia donde ambas partes utilizan dicho motivo para justificarse, pero me parece que debemos intentar que lo malo no opaque lo bueno,

México, no me dueles, porque finalmente empiezas a despertar de tu letargo.

México, no me cansé, porque las cosas apenas empiezan.